Vida Low Tox #0. Guía práctica para empezar a eliminar tóxicos de tu vida

A veces creemos que vivir más saludable o natural es solo una cuestión de lo que comemos o de usar productos “bio”, pero la verdad es que los tóxicos están mucho más presentes - y más camuflados - de lo que imaginamos: en lo que cocinamos, lo que nos ponemos en la piel, lo que respiramos, lo que pensamos… y hasta en lo que sentimos. 
Este no es un artículo para agobiarte. Al contrario. Si algo he aprendido en este camino es que vivir una vida low tox no se trata de hacerlo todo perfecto ni de cambiarlo todo de golpe, sino de abrir los ojos, tomar decisiones más conscientes y avanzar poco a poco.
Lo importante no es hacerlo todo ya, sino empezar por lo que más resuene contigo. Porque cada gesto, por pequeño que parezca, es una semilla de cambio real. Y eso, créeme, es mucho más poderoso de lo que parece. 


En mi caso, por ejemplo, empecé con los aceites esenciales. Me fascinaron tanto que comencé a crear con ellos mis propios productos de cosmética natural, y sin darme cuenta, eso fue transformando también mi mirada hacia otras áreas de mi vida: la alimentación, la cocina, la limpieza, mi mundo emocional, espiritual… Pero no lo hice todo a la vez. Es imposible - y poco realista - querer eliminar todos los tóxicos de golpe.
Y la obsesión también es una forma de toxicidad. Por eso, mi invitación no es al control, sino a la conciencia. Y a que vayas a tu ritmo, con lo que más te resuene, sabiendo que cada pequeño cambio suma.
En este artículo te presento las cinco áreas clave ( desde mi punto de vista ) donde se esconden los tóxicos más comunes y cotidianos, y desde donde puedes empezar tu propia transformación. Si alguna te llama la atención, puedes clicar y leer el artículo completo sobre ese tema.


1. La cocina: adiós a los tóxicos

La cocina es uno de los espacios más delicados de la casa… y a la vez uno de los más fáciles de empezar a transformar. Porque aquí es donde los tóxicos entran directamente en contacto con nuestros alimentos, ya sea a través de los utensilios que usamos o de los recipientes donde almacenamos.
¿Sabías que muchas sartenes antiadherentes liberan sustancias tóxicas cuando se calientan? O que los tuppers de plástico, incluso los “libres de BPA”, pueden migrar compuestos químicos a la comida cuando los usamos en el microondas o los lavamos con agua caliente.
Yo empecé por cambiar mis sartenes, que eran lo que usaba todos los días. Luego poco a poco fui sustituyendo los plásticos, los moldes de silicona, y optando por materiales seguros como el vidrio, el acero inoxidable y el hierro fundido.
No hace falta tirarlo todo y empezar de cero, pero sí empezar con conciencia: lo que usamos para cocinar también es parte de lo que comemos.



2. Productos de limpieza: casa limpia no siempre significa casa sana

Durante mucho tiempo creí que una casa que olía a lejía era una casa verdaderamente limpia. Hasta que entendí que ese olor “a limpio” no venía precisamente de ingredientes saludables.
Muchos productos convencionales de limpieza contienen sustancias irritantes y tóxicas para nuestro sistema respiratorio, endocrino y nervioso. Y lo más preocupante: se acumulan en el aire que respiramos a diario.
Desde hace tiempo, yo solo uso productos 100% naturales y creo mis propios productos de limpieza con aceites esenciels y con la gama Thieves de Young Living. Dejan mi casa limpia, huele todo delicioso y, lo más importante, mis hijos pueden ayudarme sin ningún riesgo y mi perrita puede caminar, oler o incluso lamer una superficie recién fregada sin peligro alguno.
La limpieza low tox no es solo ecológica: es saludable, sencilla y sensorial. Y empezar por aquí es más fácil de lo que imaginas.



3. Comida basura: lo que parece alimento, pero no nutre

Cada vez hay más productos “comestibles” que se alejan de lo que entendemos como alimento real. Aditivos, saborizantes, colorantes, azúcares ocultos, grasas industriales… llenan los pasillos del supermercado y nos desconectan de nuestra intuición alimentaria.
Y aunque si me encantaría poder comprar siempre todo ecológico, sé que eso no siempre es posible. Por eso, lo que me ayuda es aplicar una regla sencilla: si entiendo lo que dice la etiqueta, probablemente puedo comérmelo. Si no entiendo los ingredientes… mejor no lo como.
Aprender a leer etiquetas ha sido clave en mi proceso, y he creado un artículo donde te explico cómo hacerlo paso a paso, de forma sencilla. Porque no se trata de comer perfecto, sino de comer con conciencia.



4. Cosmética: lo que pones en tu piel entra en tu cuerpo

Nuestra piel es mucho más que una barrera, es una vía de entrada directa al interior de nuestro cuerpo. Y sin embargo, cada día aplicamos sobre ella cremas, champús, desodorantes o maquillajes con ingredientes que muchas veces ni entendemos… ni cuestionamos.
Conservantes como los parabenos, fragancias sintéticas, derivados del petróleo, siliconas… todo eso va entrando poco a poco en nuestro sistema. Algunos de estos ingredientes están relacionados con desequilibrios hormonales, alergias o incluso efectos cancerígenos a largo plazo.
En mi caso, este fue el primer paso que di. Gracias a los aceites esenciales empecé a crear mi propia cosmética natural, desde un desodorante casero hasta cremas y tónicos para la piel. Y lo que empezó como curiosidad se convirtió en un estilo de vida que me reconectó con mi cuerpo.
La clave aquí no es dejar de cuidarnos, sino aprender a cuidarnos mejor. Con productos que nutren de verdad, que respetan nuestra piel y que no comprometen nuestra salud.



5. Pensamientos: transformar lo que nos contamina desde dentro

Una vida low tox no solo se construye desde fuera. Muchas veces, lo más tóxico está en lo que nos decimos a diario: ese diálogo interno constante que nos juzga, nos exige, nos compara. Vivimos con prisa, saturadas y desconectadas… y todo eso pasa factura, también en el cuerpo.
He aprendido que el desarrollo personal y la espiritualidad son herramientas clave para una vida más limpia por dentro. La escritura, la meditación, la respiración consciente y, sobre todo, la psicoaromaterapia - el uso de aceites esenciales para acompañar procesos emocionales - han sido para mí aliadas fundamentales.
Desde aplicar una gota de manzanilla romana directamente en la palma de mi mano, activarla con la otra haciendo tres círculos hacia la derecha, crear un cuenco con las manos e inspirar tres veces en profundidad… descanso… y, si lo necesito, repito. En momentos muy críticos incluso me aplico con el pulgar una gota de incienso en el paladar, y la calma que me aporta es algo que jamás habría imaginado. Y por supuesto, siempre llevo mis "rescates" en el bolso conmigo: sinergias como tranquil o el CBD de Calm, o mi indispensable: el aceite de Picea Negra o Northern Lights Black Spruce. Son mis anclas. Mi forma de volver a mí cuando más lo necesito.
Este también es un tipo de detox: emocional, mental, energético. Igual de necesario.




Cada una de estas cinco áreas es una invitación a mirar con más atención lo cotidiano. A cuestionar, elegir distinto, soltar lo que ya no suma y abrazar lo que sí nos hace bien. No hay una única forma de vivir una vida basada en el bienestar integral, ni un ritmo perfecto. Solo hay caminos personales que se construyen con pequeñas decisiones conscientes.

No se trata de hacerlo todo de golpe. Ni todo bien. Se trata de empezar. De darte cuenta. De elegir mejor, aunque sea en una sola cosa. Y confiar en que ese primer paso - por pequeño que parezca - ya lo cambia todo.

Y aunque hay muchos más aspectos en los que podríamos poner la lupa, estas cinco áreas que comparto aquí son los que yo, personalmente, considero fundamentales. 
Son los que más me han ayudado, los que más han transformado mi día a día, y los que trabajo desde hace años con profundidad.

He llegado hasta aquí después de mucho leer, asistir a conferencias, ver webinars, contrastar información, probar, equivocarme y volver a elegir. Y aunque no tengo todas las respuestas, sí he aprendido a confiar en esta visión e intuición, porque está basada en mi experiencia personal y real.

Esto no es una fórmula universal, pero sí una guía desde mi propio camino. Tal vez a ti te resuene uno más que otro. Tal vez tú necesites empezar por otro lugar. Y eso también está bien.

Si alguno de estos temas te llama, te invito a leer los artículos completos donde desarrollo cada uno con más detalle, ideas prácticas y, sobre todo, desde la experiencia vivida. Ojalá te ayuden tanto como me han ayudado a mí.


Este artículo se basa en conocimientos adquiridos a través de diversos artículos leídos en: 
https://soycomocomo.es
https://comosoy.es/


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