Vida Low Tox #2. Productos de limpieza conscientes

Eliminar los productos de limpieza tóxicos del hogar es una de las decisiones más importantes - y más transformadoras - que podemos tomar cuando empezamos a vivir una vida low tox. Aunque solemos pensar primero en la comida o en los cosméticos, lo cierto es que muchos de los tóxicos más agresivos que respiramos a diario están… justo ahí, en los productos que usamos para “limpiar”.

Cloro, amoníaco, fragancias sintéticas, formaldehído, ftalatos, desinfectantes agresivos… la mayoría de limpiadores comerciales contienen compuestos químicos que no solo irritan la piel o las vías respiratorias, sino que pueden alterar el sistema endocrino, el sistema nervioso e incluso la salud mental con una exposición continuada. Y lo peor es que, por ley, muchas marcas ni siquiera están obligadas a detallar todos sus ingredientes.

Comparativa visual entre productos de limpieza convencionales con símbolos de advertencia y opciones naturales como aceites esenciales, limón y bicarbonato.

Cuando el “olor a limpio” es lo que más contamina
Durante mucho tiempo creímos que ese olor fuerte - a lejía, a desinfectante, a ambientador de pino - era sinónimo de limpieza. Pero lo cierto es que una casa no se siente más limpia por oler químico. Solo se contamina más.

Según la EPA (Agencia de Protección Ambiental de EE. UU.), el aire interior de nuestros hogares puede estar hasta cinco veces más contaminado que el del exterior, y uno de los grandes culpables son los productos de limpieza convencionales. Lo que respiras mientras friegas el suelo, lo que queda en las superficies, lo que los niños tocan y tus mascotas pisan… todo eso entra en tu cuerpo. Y también en tu mente.


LIMPIAR SIN TÓXICOS: así empecé yo

Mi cambio no fue radical. Fue más bien una cadena de pequeñas decisiones. Empecé tirando a la basura un limpiador multiusos que me mareaba. Después me di cuenta de que tenía el armario lleno de botes innecesarios: uno para los cristales, otro para la cocina, otro para el baño, otro para el polvo… y todos con ingredientes que no podía pronunciar.

Hoy en día, en casa uso exclusivamente productos naturales. Sobre todo, la gama Thieves de Young Living, que me cambió por completo la forma de entender la limpieza:

Puedo limpiar toda la casa con una sola base concentrada.

Huele a aceites esenciales de verdad: canela, limón, eucalipto, clavo…

Mis hijos pueden ayudarme sin peligro. Mi perrita puede caminar o lamer el suelo recién fregado.

Y, lo más importante, sé que estoy limpiando de verdad sin intoxicar el ambiente.

No me hace falta revisar cada ingrediente, porque ya confío en la marca y en su filosofía. Eso para mí es paz mental.

Y si tú también quieres dar ese paso, te dejo aquí el enlace para descubrir el kit de limpieza Thieves que yo uso:


Pero hay algo más importante que el producto: al hacerlo, entrarás a formar parte de una comunidad viva, donde nos acompañamos en este camino hacia un bienestar integral a través de los aceites esenciales.
Una tribu de personas que compartimos recetas, soluciones naturales, apoyo real y el deseo profundo de vivir de forma más consciente.
Y no estarás sola. Vas a tener ayuda desde el primer día.

Este no es un kit para limpiar. Es una puerta a otra forma de vivir.


TAMBIÉN PUEDES HACERLO TÚ: limpieza casera con aceites esenciales


Si hay algo que me fascina de este estilo de vida es descubrir que puedo crear con mis manos muchos de los productos que antes compraba sin cuestionar. La limpieza no es una excepción. Y aunque adoro la gama Thieves de Young Living - por su aroma, su eficacia y la confianza que me da -, también me gusta, de vez en cuando, preparar mis propias fórmulas con ingredientes naturales y aceites esenciales.

Es más fácil de lo que parece. Y cuando entiendes qué combinaciones funcionan y por qué, es incluso divertido. Además, preparar tus productos de limpieza es una forma de reconectar con lo esencial: lo simple, lo natural, lo que huele a hogar sin intoxicar.

No hace falta ser una experta ni tener un laboratorio en casa. Solo necesitas conocer algunos ingredientes clave que puedes usar de forma segura y versátil para limpiar casi todo:

💜Vinagre blanco o vinagre de cítricos casero

💜Bicarbonato de sodio, perfecto para desincrustar y desodorizar

💜Jabón de Castilla, suave pero muy eficaz

💜Alcohol alimentario o vodka, ideal como base desinfectante

💜Percarbonato de sodio, para blanquear ropa o desinfectar zonas difíciles

💜Ácido cítrico, muy útil contra la cal y para limpiar electrodomésticos

💜Aceites esenciales 100%puros, como limón, árbol del té, eucalipto, menta, lavanda o las sinergias Thieves y Purification.

💜Agua destilada, para evitar residuos en mezclas caseras

💜Bayetas de algodón, trapos reutilizables o estropajos vegetales, para reducir residuos plásticos

Con esta base, puedes adaptar, combinar o personalizar tus productos según tus necesidades. Y si te animas, encontrarás recetas sencillas en cualquier rincón de internet. No te preocupes: este artículo no pretende ser un recetario, pero sí una invitación a confiar en lo que puedes crear con tus manos y con ingredientes que no dañan ni tu salud ni el planeta.


LIMPIAR POR FUERA, PERO TAMBIÉN POR DENTRO

Una casa limpia no es solo una casa sin polvo o sin grasa. Es un entorno que respira contigo, que no intoxica ni interfiere. Es un refugio.

Y aquí es donde quiero enlazar algo que me parece clave: los pensamientos también contaminan.

Puedes tener una cocina impecable, una ducha sin químicos y un salón con el suelo reluciente… pero si te acompañan frases como “no llego a todo”, “esto no es suficiente”, “debería hacerlo mejor”… entonces, la toxicidad no está fuera. Está dentro.

Como dice Nazareth Castellanos, neurocientífica y una de mis grandes referentes, lo que pensamos afecta directamente a cómo nos sentimos, y eso repercute en cómo vivimos. La mente también necesita limpieza regular, y muchas veces lo olvidamos.

Aquí es donde los aceites esenciales y el difusor cobran un protagonismo especial en mi día a día. Porque mientras el aroma purifica el ambiente, también envía señales al sistema límbico, que es la parte del cerebro que regula las emociones.
No es solo olor: es información bioquímica que calma, centra y transforma.

Hay días en los que simplemente pongo unas gotas de lavanda, incienso o una mezcla como White Angelica, y ya empiezo a respirar diferente. Otras veces recurro a Citrus Fresh, Gratitude o incluso a Picea Negra, cuando necesito sentirme más conectada a tierra.

El difusor se ha convertido en una herramienta sutil, pero muy poderosa para acompañar mis procesos emocionales y también para limpiar el ambiente sin usar químicos.

Por eso, para mí, vivir una limpieza low tox no es solo cambiar productos. Es una práctica interna y externa.
Una forma de elegir con qué limpias… y también qué pensamientos, emociones y creencias dejas entrar en tu espacio.
Y sobre todo, una forma de decidir qué quieres liberar.


Y si te parece demasiado… empieza por un producto

No hace falta vaciar el armario de golpe. Yo tampoco lo hice. Poco a poco, sin presión. Solo con más conciencia.

Si quieres empezar hoy, te propongo algo sencillo:

 Cambia tu producto de limpieza más usado por uno natural.
 Haz uno casero con lo que tengas a mano y unas gotas de aceites esenciales.
 O prueba Thieves, como yo, y siente la diferencia en el aire, en tu piel, en tu energía.

Porque limpiar no debería ser un acto de agresión contra tu hogar.
Debería ser un acto de cuidado, de amor… y de conexión con lo que eliges sostener en tu vida.

Lo importante no es hacerlo todo.
Lo importante es empezar.



Este artículo se basa en conocimientos adquiridos a través de diversos artículos, ebooks, webs leidos en:
https://soycomocomo.es/
https://www.cuerpomente.com/ecologia/medio-ambiente/productos-limpieza-naturales-caseros_2077
https://www.cuerpomente.com/temas/limpieza-natural
Ebook: Casa sin tóxicos. Limpieza para un hogar saludable

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